LAS SOPLADORAS

Las sopladoras

Las sopladoras (2022) es una exploración poética sobre este y otros tiempos. Una fantasía a media voz, un pálpito sobre los silencios impuestos. Un relato acerca de nosotras y nuestras antecesoras. Una invitación al soplo colectivo dirigido hacia el oriente, nacimiento del sol, para invertir los órdenes conocidos desde el concepto andino «Pachakutik». Una obra triada compuesta desde la oralidad, las luces y las sombras.

Esta investigación nace de un viaje a la montaña donde, mediante quemas primitivas, busqué levantar columnas de humo, mensajeras, poseedoras de la cualidad de remover y ahuyentar las desgracias de la humanidad, de los animales y las plantas de nuestra región andina. Un acto mágico que vinculó la montaña y el viaje con el cielo y la tierra. La montaña es un lugar sagrado, origen y eje del mundo, fuerza vertical conectora de universos opuestos. Es ahí donde retornan todas las almas, transformándose en un espacio espiritual y colectivo.

Las antiguas voces andinas hablaban de los espíritus de la montaña que circulaban a través de sus grietas. El humo es impulsado por el soplo; en la simbología de este acto surge una fuerza creadora, originaria, que despierta la vida, aumenta nuestra fuerza y cambia el rumbo de las cosas; una posibilidad de transformar nuestro tiempo.

El viaje se vio interrumpido por la pandemia. Este gran accidente dio inicio a un nuevo retorno por la montaña, que fue acompañado por visiones del mundo invertido hacia un hogar entre volcanes.

Entonces, hubo una comprensión de la realidad desde el Warmi (mujer) Pachakutik, sintiendo cómo la lucha feminista ha encabezado las grandes transformaciones sociales al cuestionar las ideologías androcéntricas reproducidas durante cientos de miles de años,  que nos han llevado a una verdadera decadencia y explotación humano-ambiental..

Así, Las Sopladoras surge con la idea de soplar de forma conjunta para recuperar nuestras cabezas colonizadas y con ellas, nuestra fuerza.

Los lenguajes han sido la escritura, la oralidad, el sonido, el video y la fotografía estenopeica como técnica primaria sobre la luz y el tiempo, que revela una relación directa con el concepto de la inversión (voltear el mundo). Al recuperar la manualidad y materialidad me adhiero a la idea andina de pensar con las manos. Develo fragmentos de imágenes esenciales. Retorno a un lenguaje simple, a pensar desde la alquimia el misterio del tiempo, el juego de la oscuridad y lo invisible, almacenando la luz del soplo en cajas de latas donde todo se invierte, todo gira desde un objeto doméstico que se revela.

Busco registrar la montaña y el sol como símbolos del retorno y de la colectividad. Resultan fotografías de estelas como fantasmas que se ajustan al relato. Una exploración visual desde la construcción de diversas cámaras fotográficas, que registran más allá de aquello visible para el ojo humano.

Finalmente, Las sopladoras es poesía sobre este tiempo de renovación. Juntas, tensionamos la historia para transformar las verdades establecidas. Con un espíritu naturalista transito la naturaleza desde una relación de ayuda mutua, una visión empática hacia un presente libre, igualitario. Donde naturaleza y mujer existimos lejos de toda explotación.

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Exhibición

 

Agradecimientos a Berta Salcedo, Mónica Silva, Loreto Ugarte, Jesús Astorga, Florencia Astorga, Camila Valenzuela, Fátima Vélez, Begoña Ugalde, Italia Folch, Flavia Hermann, Amada Flores, Lesly Gallardo, Claudia Blin, Francisca Beltrán, Francisca Cheyre, Maricarmen Lecumberri, Josefina Lagos, Claudia Chamas, Andrea Novoa, Gabriela Wiedmaier, Taiana Rete, Yeisy Sanchez, Frella Antimilla, Geraldine Sanchez, Camila Arcos, Paz Sepúlveda, Consuelo Bustamante, Maria Paz Garretón, Elisa Broussain, Florencia Broussain, Ali Pizzeghello, Isabel Torres y Max Grum. A las autoras que inspiraron mi obra Silvia Rivera Cusicanqui, Rita Segato, Mónica Ojeda, Gabriela Mistral, Alicia H.Puleo, Doris Lessing y Lliliana Colanzi.